top of page

Los 15 años de Zeus, porque en el cielo siguen contando...

Actualizado: 21 jul


Hace poco veía un reel de una madre que perdió a su hijo y que llegaba a un restaurant con sus otros hijos y esposo y pedía una mesa para 4, cuando siempre habían sido 5, solo que él, ya no estaba. Y hecha un mar de lágrimas y un nudo de emociones decía “yo necesito que sepan que éramos 5 no 4, y quiero hablar siempre de él. No porque quiera que sepan que mi hijo murió, sino porque quiero que sepan que mi hijo vivió”…


Y así quiero comenzar esta historia, nombrándote hoy, 5 de julio, el día que naciste y el día que si la vida nos hubiese permitido un poquito más, cumplirías 15 años en la tierra. Quiero que sepan que viviste y que me diste a mí -y a todos quienes orbitábamos a tu alrededor- vida y felicidad. 


Zeus, rey de mi vida, eres la emoción más compleja que llevo por dentro porque ¿cómo se llora a alguien a punta de carcajadas? Es que no hay una sola vez que te haya llorado sin que me haya reído a mitad del sollozo. Pasa que estabas loquito mi rey, y recordarte es recordar la plenitud incalculable, el descaro de ser feliz sin normas ni límites, la pureza de tus ojitos, y es como si todavía -cuando no te puedo ver ni tocar- te lloro y me secas las lágrimas y me traes la pelota a brincos como diciéndome “ya está, ya pasó” 


Tu vida fue plena y la mía lo fue más, a tu lado.  Fuiste la mitad exacta de mi vida, la mitad más feliz sin lugar a dudas. No supe criarte, ni educarte como un perro “bien portado” apenas tenía 15 años cuando me llegó esa bolita de pelos amarillos a los brazos ¿que iba a saber yo de educar perros o nada, si no sabía nada de mi misma? 


Entonces creciste así, desordenado, mal educado, mal portado, comiéndote todo, rompiendo todo, sacándonos canas verdes y los recuerdos más felices de nuestras vidas. Fuiste perfecto mi rey. 


Recuerdo una vez que solo tenías como 5-6 meses de vida, las patas largotas, las orejas te quedaban más grande que la cara y se te ensuciaban al comer, eras flacuchento y con más energía que toda la nuclearidad del planeta. Mi papá (nuestro papá, quien te ama más de lo que jamás ha amado a nadie y tú lo sabes) salía de viaje y quedábamos mi mamá y yo en la casa, solas con el demonio de Tazmania -mi bebé chiquitito- . Y en el tiempo que nos tomó ir a llevar a papá al aeropuerto y regresar te habías comido un blue Jean… sí, un blue Jean entero, con el botón, la cremallera, la tela ¡TODO! 


Yo, una mamá perruna adolescente de 15 años entré en pánico absoluto, lloraba, te regañaba, no sabía qué hacer, y tú feliz y brincando… corrimos al veterinario y al final dos pastillitas y un suero resolvieron todo el drama.


La lista de cosas que devoraste es insólita, tarjetas de crédito, pantalones, muebles, repuestos de carros, pedazos de pared, cuadernos, tesis de grado, pajaritos que entraban a tu patio… y mis miedos, a esos también te los devoraste. 


Durante 12 años y 362 días te devoraste todos mis miedos, mis soledades, mis momentos complejos, mis noches de estudio, mis pérdidas, mis duelos, mis guayabos… eras -eres- el bálsamo que me sanaba el alma, el ancla durante cada tormenta, eras la magia toda. 


Y eso mi rey, eso que tú eres, transciende tiempo, espacio y planos, ya no te veo, pero te siento. Me he encontrado tus ojitos en otros perritos en ciudades insólitas del mundo, te he visto cuidarme al salir a comprar un Apple pie de McDonald’s a media noche caminando sola y a oscuras, ¿quién más iba a ser si no tú ese perrito que me acompañó de ida y vuelta al hotel?


Tu energía, tu magia, tu alquimia me sigue sosteniendo en las noches más oscuras y acompañando en los días más felices. Siempre estás y siempre estarás. Me faltan palabras para agradecerte por haberme elegido para acompañarnos la vida. 


¡Feliz cumpleaños rey de mi vida! Te amo, después del infinito, todos los infinitos más, nos vemos pronto, no te vayas nunca por favor, que aún te necesito más, mucho más. 


Te amo siempre. <3


Comentarios


bottom of page