top of page

Mi camino hasta aquí:

Mujer con su peluda Paz

Desde el corazón y la experiencia de haber amado y despedido

Mi camino profesional comenzó en el mundo de las finanzas, pero fue el amor —y luego la pérdida— de mis perrhijas lo que transformó por completo mi vida.
 
En 2013, llegó Moothie Josefina. Luego vinieron Pecas, Paz, Pipa, y más recientemente, Rigoberto José. Cada uno, con su historia, su amor, y también su despedida, me llevó a comprender que el dolor por un peludo es tan válido y profundo como cualquier otro.
 
Hoy acompaño a quienes atraviesan ese vacío, ofreciéndoles presencia, amor y herramientas para transitarlo con sentido.

Mi manada de vida: presente, eterna, completa.

¿Por qué hago esto?

Porque he estado ahí.
Porque sé lo que se siente cuando se apaga una presencia que era todo para ti.
Porque nadie nos enseñó a vivir estas pérdidas… pero sí podemos aprender a habitarlas con amor, sin prisa y sin juicio.
 
Este espacio es mi forma de honrar a quienes ya no están físicamente, y de recordarnos que el vínculo no muere: se transforma.
 
Si este es tu momento, aquí estoy para caminarlo contigo, sin prisa y con todo el corazón.
Mujer con su peluda Pipa
bottom of page