Esto no es un blog, es una carta abierta

Querida alma que llegaste hasta aquí,

No sé tu historia exacta, pero sé que si estás leyendo esto, es porque hay algo dentro de ti que se mueve, que duele o que necesita entenderse un poquito más.

Este no es un blog para darte respuestas.

No es un espacio de frases bonitas para superar el duelo, porque el duelo no se supera, se integra, se resignifica, se aprende a caminar con el, pero no se supera.

Tampoco es una colección de consejos.

Este es un lugar para habitar lo que duele, para ponerle nombre al amor que se transformó en ausencia, y para recordarte que no estás solo/a, ni loco/a, ni exagerando.

Yo también he estado ahí.

Yo también he sentido que el mundo sigue y uno se queda atrás, intentando juntar pedacitos del alma.

Y fue justo desde ahí —desde ese silencio lleno de amor— que nació este Camino de Paz.

Aquí compartiré palabras que nacen del corazón, de mi tránsito por el duelo animal, de mis propias despedidas y reencuentros con Moothie, con Paz, con todo lo que amé y sigo amando.

Prometo escribirte solo cuando tenga algo que valga la pena compartir.

No para llenar tu bandeja de entrada, sino para acompañarte, como quien se sienta a tu lado en silencio… sin juicio, sin prisa, con el alma abierta, dispuesta a escuchar, hasta la barbaridad más horrible que no le cuentas a nadie.

Gracias por estar aquí.

Gracias por honrar lo que sientes.

Gracias por amar tanto.

Con amor,

Ana Gabriela